El ministro de Relaciones Exteriores saliente, Luis Gilberto Murillo, solicitó este miércoles a Venezuela, a través de canales diplomáticos, que evite el paso de guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) por la frontera entre ambos países. Desde Nueva York, Murillo enfatizó que es “absolutamente esencial” impedir que miembros de este grupo armado utilicen el territorio venezolano para desplazarse, especialmente en medio de la crisis de violencia que afecta la región del Catatumbo.
“Es crucial garantizar que los miembros del ELN no usen Venezuela como plataforma para moverse”, aseguró el canciller colombiano, aludiendo a la situación que actualmente golpea al noreste de Colombia, donde las confrontaciones entre el ELN y las disidencias del Frente 33 de las FARC han dejado más de 80 muertos y desplazado a 36.000 personas en los últimos días.
Murillo precisó que las autoridades colombianas han venido comunicando a Venezuela la necesidad urgente de frenar los pasos ilegales por la frontera, aunque aclaró que no está en consideración el cierre de los puentes internacionales, una medida que, según él, no sería apropiada en este momento.
Por su parte, las Fuerzas Armadas de Venezuela iniciaron este miércoles una serie de importantes ejercicios militares en los estados fronterizos de Zulia y Táchira. La operación, supervisada por el ministro del Interior venezolano, Diosdado Cabello, incluye el despliegue de aproximadamente 150.000 efectivos. El presidente Nicolás Maduro dio inicio a estas maniobras desde la Universidad Militar Bolivariana, lo que llevó al cierre temporal de los puentes internacionales entre Venezuela y Colombia, afectando principalmente aquellos que conectan los estados venezolanos de Táchira y Apure con los colombianos de Norte de Santander y Arauca.
Colombia y Venezuela comparten una frontera de 2.219 kilómetros, de los cuales unos 375 kilómetros corresponden a la región del Catatumbo, una zona crítica debido a la presencia de guerrilleros y otros grupos armados ilegales, lo que ha generado tensiones diplomáticas y creciente preocupación por la seguridad en la zona.