📉 Pereira, abril de 2025 – La caída sostenida en el número de nacimientos en Risaralda ya no es solo una cifra preocupante en los informes del DANE: está comenzando a transformar la estructura económica y social del departamento.
Según datos oficiales, en 2024 se registraron apenas 7.509 nacimientos en Risaralda, la cifra más baja de los últimos cinco años. Para comparar, en 2020 nacieron más de 10.000 bebés en el mismo territorio. La situación refleja una tendencia nacional, donde los nacimientos no superaron los 445 mil, un hecho inédito que pone sobre la mesa el acelerado envejecimiento poblacional.
“El modelo poblacional tradicional, con una base joven amplia y una cúspide de adultos mayores, se está invirtiendo rápidamente”, afirma Jhon Jairo Marín, profesor del programa de Economía de la Universidad Libre, seccional Pereira.
¿Qué implica esto para Risaralda?
La disminución de la población joven impacta directamente la disponibilidad de mano de obra, especialmente en sectores que dependen de fuerza laboral activa como la industria, la educación básica y los servicios sociales.
Aunque muchos apuestan a la automatización, el profesor Marín advierte: “Hay trabajos que solo pueden hacer personas. No todo puede ser reemplazado por máquinas”.
Por otro lado, el sistema pensional también comienza a mostrar señales de alerta. Con más del 57% de los colombianos en la informalidad, la sostenibilidad del sistema se ve comprometida sin una nueva generación que cotice. El gobierno ha intentado mitigar este problema con el aumento del subsidio para adultos mayores sin pensión, que pasó de 80 mil a 250 mil pesos mensuales, pero esta medida podría no ser suficiente a largo plazo.
Nuevas oportunidades en medio del desafío
No todo es negativo. Algunos sectores comienzan a adaptarse y ver oportunidades de crecimiento en este nuevo panorama. En Risaralda están surgiendo nuevas residencias geriátricas, centros de atención integral para adultos mayores e incluso un aumento en el mercado de mascotas, fenómeno vinculado a hogares sin hijos.
La región empieza a perfilarse como un destino atractivo para servicios de retiro y cuidado de personas mayores, un mercado en expansión en Colombia y América Latina.
Un reto que exige acción conjunta
El fenómeno de la baja natalidad en Risaralda es una señal clara de que el futuro requiere políticas públicas integrales, mayor inversión social y un compromiso real del sector privado y la sociedad civil. Prepararse para una población envejecida no es opcional: es un paso necesario para garantizar un futuro sostenible y equilibrado en el departamento.