Un pasajero provocó pánico en el vuelo AV8579, que debía salir de Bucaramanga rumbo a Bogotá el 31 de agosto. Su actitud obligó a evacuar el avión.

“Yo lo hago por todos ustedes, no por mí”, dijo el hombre sentado detrás de mí. Acababa de ponerse de pie en medio del rodaje del vuelo AV8579, que salía de Bucaramanga rumbo a Bogotá. Esa misma tarde, 31 de agosto, sería detenido.

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Crédito @GloriaDiazM/X

Viajaba por trabajo, sin imaginar que terminaría siendo parte de una noticia. El vuelo AV8579 de Avianca, que debía salir de Bucaramanga rumbo a Bogotá, retrasó su itinerario tras un altercado con un pasajero. El hombre fue detenido y trasladado a una clínica de reposo, según informó la Policía de Bucaramanga.

Habíamos abordado con calma y el vuelo mantenía su itinerario: despegar a las 2:52 p. m. y llegar a Bogotá a las 4:00 p. m. A mi lado viajaba un matrimonio con tres hijos; dos de ellos estaban en mi misma fila junto a su madre. El hombre que generó el pánico estaba justo detrás de mí, en el asiento 24D.

‘Yo lo hago por ustedes (…), para mí no valen nada’

Ya había pasado todo el protocolo de rigor, cada tripulante estaba en su puesto. El capitán ya dirigía la aeronave a la pista de despegue del Aeropuerto Internacional de Palonegro. Pero el suelo debajo mío temblaba insistentemente. Cuando volví mi vista hacia el pasajero de atrás, lo vi.

El joven se cubría el rostro con las manos y movía la pierna izquierda sin parar. Pensé en hablarle; quizá tenía miedo de volar. La mujer a mi lado también lo notó. Antes de que hiciéramos algo, se puso de pie mientras el avión seguía moviéndose y fue rápidamente hasta adelante para hablar con la tripulación.

“¿Se va a bajar? ¿Qué pasó?”, empezó a escucharse dentro de la cabina.

Detallé qué traía puesto el muchacho, y me percaté que su gorra y maleta eran nuevas y recién compradas en una tienda del aeropuerto. Ni siquiera se molestó en quitarles la etiqueta. Era lo único que llevaba con él.

Todos estábamos muy confundidos. Venía completamente solo. El personal reaccionó con calma; desde atrás vi como asentían y atendían al chico. Sólo unos minutos después, volvió hasta donde estábamos.

“Yo lo hago por todos ustedes”, afirmó, generando inquietud entre los pasajeros. Luego agregó: “Yo consumo marihuana y, aunque sea poco, si ustedes lo han hecho… para mí no valen nada”.

Altercado vuelo Avianca Foto:MARÍA PAULA RODRÍGUEZ / Suministrada a EL TIEMPO.

Consideré que podía estar atravesando una crisis emocional o que su actitud escondía algo más. Sus frases bastaron para despertar el temor. Por eso mi cabeza se dejó llevar por el miedo y empezó a racionalizar cada protocolo de seguridad en los aeropuertos y evaluaba la posibilidad de que llevara algo peligroso.

El miedo entre los pasajeros de Avianca:

Empecé a buscar hasta en los recovecos de mi memoria las razones por las cuales sería imposible que eso pasara. Luego me di cuenta que no era la única.

“¿Será que tiene una bomba o algo así?”, me preguntó la mamá de los tres niños.

“No, no creo, no lo habrían dejado pasar. Es imposible”, le respondí.

Él seguía en la parte delantera, rodeado de la tripulación mientras que esperábamos impacientes a que el avión llegara otra vez a la plataforma para que aquel hombre se fuera. Muchos estaban expectantes a lo que él hiciera. Entonces volvió a la parte de atrás seguido por un asistente de vuelo que le seguía de cerca el paso.

“Ustedes dirán si me bajo o no. Yo lo hago por ustedes, pero digan algo”, dijo. Hubo un silencio total.

El tripulante le aseguró que tendría que bajar del avión. Lo condujo hasta la puerta, y mientras todos esperábamos en silencio, el hombre repitió su discurso.

“Dice que no nos conviene viajar en este avión”, relató la actriz Katherine Porto, que iba en el mismo vuelo y compartió su experiencia por historias de Instagram.

Varios pasajeros de esa parte coincidieron después con que le hablaba en un tono de amenaza. “Metiéndole miedo a la gente. Vaya a cuidar a su familia, descarado”, dijo una mujer mientras esperábamos.

“Escandaloso, niño cristal, no queremos que te quedes, traumatizado”, le dijo.

Entre los pasajeros había bebés, niños y adultos mayores. Una mujer embarazada, visiblemente alterada, se levantó del asiento acariciando su abdomen.

Detuvieron al sospechoso:

Crédito @GloriaDiazM/X

Al abrirse la puerta, el hombre fue detenido por la Policía Metropolitana de Bucaramanga. Algunos pasajeros, visiblemente tensos, se levantaron en cuanto salió.

El capitán tuvo que llamar a la calma para que esperáramos las instrucciones de la tripulación para descender y volver a la sala de espera. Pasaron casi 30 minutos para que pudiéramos salir.

Autoridades sanitarias y policiales inspeccionaron la aeronave antes de autorizar el embarque nuevamente. Treinta minutos más tarde, los pasajeros regresamos a nuestros asientos y el avión despegó justo a la hora prevista de llegada a Bogotá.

Relato: María Paula Rodríguez Rozo.
Crédito: El Tiempo.