Altos mandos policiales y militares de Risaralda conocen la situación. Recientemente habrían reconocido la presencia intermitente, “pero creciente”, de estructuras armadas como el EGC en varias zonas rurales del departamento.
La revelación se hizo durante un consejo extraordinario de seguridad, celebrado este martes a puerta cerrada en la Gobernación.
Durante el cónclave, se alertó que el Ejército Gaitanista de Colombia (EGC), antes Clan del Golfo, busca controlar corredores estratégicos y economías ilícitas en la región. También se reveló que este grupo ya tiene entre 100 y 150 hombres operando en áreas de frontera con el Chocó.

Las autoridades, supuestamente dejaron al descubierto detalles del reacomodamiento de actores armados al occidente del departamento. Por eso, la reunión tuvo carácter reservado y sin acceso a medios de comunicación.
Un informante contó que el consejo de seguridad se convocó de urgencia para abordar la situación de seguridad en municipios como Mistrató, Belén de Umbría y Pueblo Rico.
Reunión privada
Aunque no hubo declaraciones oficiales tras el encuentro, 360 Noticias conoció por medio de una fuente, que las autoridades mostraron especial preocupación por las veredas de Puerto de Oro, La Playa y otras cercanas al cañón del río San Juan.
Según, la presencia del EGC aún no es campamentaria ni consolidada, pero sus intenciones estratégicas sí fueron identificadas con claridad: “tomar control territorial, garantizar rutas para el narcotráfico y apropiarse de las rentas derivadas de la minería ilegal”.

“No se trata de una incursión ocasional, sino de una avanzada estructurada. Hay una intención deliberada del EGC de instalarse de forma permanente en Risaralda, desplazando al ELN de los territorios que históricamente ha controlado la guerrilla”, relató el informante.
La llegada del Ejército Gaitanista de Colombia no sólo busca ampliar su influencia geográfica, sino también reconfigurar el mapa del crimen organizado en la región.
De acuerdo con lo que se discutió en el consejo, el EGC priorizó la toma de corredores estratégicos que conectan el occidente del departamento con el Pacífico y el norte del Valle del Cauca, utilizados para el tráfico de armas, droga y oro extraído ilegalmente.
Disputas con el ELN
“Esta disputa ha derivado en un proceso de confrontación silenciosa con el ELN, grupo armado que conserva estructuras asentadas en la zona limítrofe con Chocó”, agregó la fuente.
Según las autoridades, el ELN ha iniciado movimientos de repliegue, pero también acciones para contener al EGC, lo que incrementaría los riesgos de enfrentamientos armados en zonas rurales.

“El interés del EGC no es solo militar, es económico. Ellos entienden que controlar Puerto de Oro, por ejemplo, significa tener el dominio sobre una veta rentable de oro ilegal, y desde ahí proyectarse hacia otros mercados ilícitos”, señaló la fuente.
La consolidación del EGC en Risaralda representa una amenaza directa para la seguridad territorial.
Advierten fuentes oficiales que de lograrse su instalación permanente, no sólo se incrementaría el riesgo de homicidios selectivos y desplazamientos forzados, sino que se reforzaría un entramado criminal con capacidades logísticas, financieras y armadas superiores a las vistas en el departamento durante los últimos años.
“Estamos hablando de una estructura con armamento de guerra, con redes de informantes, capacidad de corromper instituciones locales y de infiltrar economías lícitas”, alertó.
Durante el consejo de seguridad se destacaron recientes resultados operativos que evidencian la presencia del EGC.
Uno de los más importantes fue la captura de alias Barbas, señalado como integrante activo de esta estructura, quien fue detenido en el municipio de Mistrató con material de guerra, municiones y dispositivos de comunicación.
¿Qué dijo el Secretario de Gobierno?
Horas antes, en la Asamblea de Risaralda, el secretario de Gobierno departamental Israel Londoño dijo que la situación de inseguridad se estaba fortaleciendo más por los rumores y por las noticias falsas de algunos medios de comunicación.
Asimismo, señaló que él propiamente había ingresado a los territorios sin encontrar pruebas fehacientes de la presencia de estos grupos irregulares en territorio risaraldense.