La reciente decisión de trasladar a los rectores de dos importantes instituciones educativas rurales de Pereira ha desatado un ambiente de creciente tensión en los corregimientos de La Bella y Arabia. El cambio, realizado de manera inesperada, ha causado malestar entre padres de familia, docentes y líderes comunitarios, quienes exigen respeto por los procesos educativos en marcha.
En La Bella, el traslado de la rectora Dora Elci López, quien asumió su cargo en noviembre del año pasado, fue recibida como una sorpresa por la comunidad. Santiago Andrés Franco García, líder local, expresó su preocupación al asegurar que este cambio pone en riesgo los avances logrados en el proceso educativo de la región. “Lo que no queremos es que se dañen los procesos que ya se iniciaron”, comentó con visible incomodidad.
Por su parte, el traslado de Reinaldo Loaiza Jaramillo, rector de la Institución Educativa San Francisco de Asís, también ha generado controversia. En su gestión anterior, enfrentó tensiones con el cuerpo docente y denuncias de acoso laboral. Gina Paola Moreno Barrera, docente con más de 15 años de experiencia en esa institución, defendió al rector saliente, pero admitió que su gestión estuvo marcada por conflictos internos.
Los cambios, que afectan a rectores que estaban actuando como encargados, han sido justificados por la Secretaría de Educación de Pereira como parte de una reorganización interna. Carlos Jairo Bedoya Naranjo, secretario de Educación, aseguró que tanto Dora Elci López como Reinaldo Loaiza eran los únicos rectores encargados en la zona rural, lo que obligó a tomar estas decisiones.
A pesar de las explicaciones oficiales, la comunidad sigue exigiendo un diálogo abierto y respetuoso sobre el futuro educativo de sus hijos. Bedoya Naranjo ha convocado a una reunión el próximo martes 10 de abril a las 8:00 a.m. en la institución educativa de La Bella para escuchar las inquietudes de la comunidad.
Este conflicto subraya la importancia de las decisiones administrativas en las instituciones educativas rurales, donde cada cambio impacta profundamente en los estudiantes, docentes y en la comunidad en general. Como enfatizó un docente de la región: “La educación no se improvisa, se cultiva”.