La crisis financiera que atraviesa la Nueva EPS ha generado un impacto significativo en el sector salud de Risaralda, afectando a instituciones médicas y a miles de usuarios en la región.

La Clínica San Rafael de Pereira, uno de los principales centros de alta complejidad en el Eje Cafetero, enfrenta una deuda que supera los 100.000 millones de pesos por parte de la Nueva EPS. Esta situación ha obligado a la institución a reducir la prestación de servicios y ha dificultado el pago de salarios al personal médico. La gerente de la clínica, Sonia Castro, ha señalado que la falta de pagos oportunos ha generado una crisis operativa sin precedentes.

Además, el Hospital Universitario San Jorge también ha sido afectado, con una deuda que supera los 9.500 millones de pesos por parte de la Nueva EPS. Este retraso en los pagos ha comprometido la capacidad del hospital para mantener su operatividad y calidad en la atención.

La situación ha generado preocupación entre los más de 200.000 afiliados de la Nueva EPS en Risaralda, quienes enfrentan dificultades para acceder a servicios médicos esenciales. Esta crisis ha llevado a llamados urgentes por parte de las autoridades locales y regionales para que se implementen soluciones inmediatas que garanticen la continuidad y calidad de la atención en salud en el departamento.