La violencia volvió a teñir de sangre las montañas de Tuluá. Fabio Torres, de 39 años, y su hija Mairena Torres, de apenas 14, fueron las víctimas de un doble homicidio perpetrado en su vivienda, ubicada en las afueras del corregimiento San Juan de Barragán, en la alta montaña tulueña.
Oriundos del corregimiento San José de Monteloro, la familia Torres se había trasladado a Barragán hacía pocos meses, donde Fabio se desempeñaba, según versiones preliminares, como administrador de una finca. Al momento del ataque, su esposa —y madre de la adolescente— no se encontraba en el lugar.
Según las primeras informaciones, hombres armados irrumpieron en la vivienda y dispararon contra padre e hija. Las autoridades aún no han logrado establecer los móviles del crimen, ni existe pronunciamiento oficial sobre los responsables. Hasta la noche de este jueves, ningún grupo armado activo en la región había reivindicado el hecho.
La comunidad de la alta montaña permanece en silencio, conmocionada por la tragedia que enluta a dos familias y acrecienta el clima de temor que se respira en esta convulsa región del Valle del Cauca. Los habitantes denuncian que, pese a la presencia intermitente de la fuerza pública, la zozobra persiste y los crímenes en zonas rurales continúan impunes.