Deportivo Pereira volvió a dar espectáculo y logró una nueva victoria jugando como local en el Hernán Ramírez Villegas. Muy atrás quedó la última derrota de los aurirrojos en las competiciones nacionales en casa.
Con la victoria por 4-3 ante Real Cundinamarca por Copa Betplay, alcanzó 11 meses sin perder en Pereira en 21 partidos jugados.
A pesar que sobre el papel el plantel dirigido por Rafael Dudamel es más fuerte, el partido siempre estuvo cuesta arriba para los risaraldenses, que tuvieron que poner lo mejor en cancha para conservar el invicto y llegar con ventaja al partido de vuelta.
Fragilidad defensiva
Como pocas veces se ha visto la defensa en casa, durante el desarrollo del partido de ida por la segunda fase de la Copa Betplay, Deportivo Pereira lució frágil.
El ataque de los rivales era esporádico, pero en cada aproximación complicaron a los defensas e hicieron ver mal a Salvador Ichazo –quien poco se equivoca–.
Cundinamarca demostró en Pereira por qué eliminó a Deportes Tolima en la fase previa ganándole los dos partidos. En el Hernán Ramírez Villegas aprovechó su primera ocasión, y desde un tiro libre exquisito vencieron al portero uruguayo.
Pereira intentó responder, pero los visitantes en otra jugada en solitario, ampliaron la ventaja. A pesar de la buena jugada, Ichazo fue responsable del segundo gol por su mala intervención.
Iban solo 20 minutos y Dudamel pedía calma. En el estadio todos se miraban tratando de asimilar lo que pasaba.
Incluso con un rival que en teoría es menor, Deportivo Pereira volvió a mostrar lo que le cuesta mantener el arco en cero. De los nueve partidos jugados el segundo semestre, en uno no le marcaron.
Lo mejor fue en ataque
Ante la necesidad de buscar la victoria, los Matecañas ensancharon el campo de juego abriendo el balón y siendo profundos por ambos costados. Jordy Monroy volvió a demostrar un nivel alto en su tándem con Largacha por la banda derecha.
El primer gol llegó gracias a una apuesta ofensiva de Santiago Aguilar –el mejor en defensa, sosteniendo a su equipo por su capacidad física en los duelos–, que remató desviado y la fortuna le llegó a los pies de Samy Merheg.
El pereirano de nacionalidad colombo-libanés, en medio de trompicones, empujó el balón al fondo de la red para darle vida al equipo.
Pereira no bajó el ritmo y minutos después, desde un tiro de esquina impreciso cobrado por Yesus Cabrera que no fue rechazado por los rivales, Sebastián Quintero anotó el empate.
Un equipo cansado
En el segundo tiempo Pereira se vio cansado. Real Cundinamarca salió con la intención de sostener el empate desde el manejo del balón, planteando un partido cerrado desde la mitad de la cancha.
Por momentos logró someter a los Matecañas que, cuando no tienen en campo a Juan David Ríos, les cuesta recuperar el balón.
En una jugada aislada, en un choque entre Aguilar y el delantero rival, el central del compromiso dictaminó pena máxima. Los visitantes anotaron el 2-3 parcial y el juego volvía a estar en jaque para los locales.
Los cambios de Dudamel
El técnico venezolano leyó bien el desarrollo del partido y le dio ingreso a lo mejor que tenía en el banco. Estacio –muy regular en sus intervenciones–, Ríos, Bazán, Marco Pérez y Darwin Quintero, ingresaron para buscar la victoria.
Entre Pérez, quien le hizo una asistencia de lujo a Quintero se logró el empate al minuto 78. La jugada la empezó el “científico” que habilitó al delantero.
Todos esperaban la apertura hacia la derecha desde la frontal del área, pero Marco ejecutó un taconazo que desconcertó a la defensa y dejó mano a mano a Darwin con el arquero rival.
Con la jerarquía de siempre, Quintero eludió al arquero y anotó el 3-3, y todavía faltaba tiempo.
A pesar de los esfuerzos, Pereira no era claro y Cundinamarca enredaba el juego en la mitad de la cancha. Pero la energía de Bazán, que cortó una jugada de ataque, condujo, le entregó el balón a Darwin y en una invocación a Beckenbauer, tomó la lanza y salió al ataque.
El pereirano atacó el segundo palo –Pérez arrastró la marca de su defensor al primer sector– y con la precisión del Científico, Darwin le puso el balón a la cabeza del central.
Bazán no remató al arco. Su decisión fue enviar el balón a la 5 con 50 para que Merheg que acompañaba la jugada, tuviera una de sus noches más memorables como profesional.
Con su gol, al minuto 90+5, Pereira logró la victoria, defender su invicto como local y llegar con ventaja al partido de vuelta.
Crédito: LA PATRIA
Imagen tomada de: Win Sports
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