Las autoridades investigan antecedentes de violencia. La historia detrás de la tragedia comienza a esclarecerse.
Claudia Liliana Mejía Gaspar tenía realmente 37 años. Según, información forense preliminar dice que la mujer presentaba un fuerte golpe en la cabeza, que habría sido causado con una maceta, una herramienta de hierro utilizada para demoler paredes.
“Le destrozó el cráneo”, dijo una fuente oficial. Los detalles del crimen son abominables. “Por lo que se halló en la vivienda, lo más seguro es que la mujer no se dio cuenta cuando la asesinaron”, agregó el informante.
Al parecer, estaba de espalda cuando su pareja, Jhon Alejandro López, la atacó. A partir de documentos y relatos de fuentes oficiales, exponen un contexto de violencia y celos excesivos previos a esta tragedia.
A la mujer la hallaron muerta el pasado lunes festivo dentro de su residencia, ubicada en el barrio Tokio, en la comuna Villasantana (Pereira). Los hechos ocurrieron pocos minutos después de que la mujer llegó del trabajo.
Luego de cometer el crimen, Jhon Alejandro bajó al sótano con una cuerda y se quitó la vida. El arma, con la que atacó a Claudia Liliana estaba en el lugar de los hechos.
Entre el relato del informante también se pudo conocer que, al parecer, el agresor estaba esperando a su pareja molesto. “Le controlaba la hora de llegada del trabajo y ese día, ella se había retrasado un poco”.
Además, se confirmó que trabajaba en una empresa de confecciones. Sus propios familiares, la mamá y una hermana, fueron quienes hallaron su cuerpo sin vida dentro de la vivienda.
Según, cuando John Alejandro López vio a Claudia Liliana comenzó a gritarle frente a los vecinos, antes de que ella ingresara a la casa. Varios testigos lo describieron como un hombre extremadamente controlador.
“Le revisaba la hora de llegada todos los días, vivía obsesionado con saber dónde estaba”, relató una persona cercana a la víctima.
Historial ignorado
La tragedia tomó por sorpresa a algunos vecinos y a conocidos de la víctima, pero varios aseguran que la relación era conflictiva y marcada por episodios de celos y maltrato.
“No había futuro en esa relación. Se había separado varias veces, pero siempre volvían. Ya había señales de alerta”, dijo un allegado de la familia de Claudia Liliana.
Este medio pudo establecer que, existía al menos una denuncia por violencia intrafamiliar contra López. Incluso, durante los días previos al crimen, la Policía había realizado varias rondas por el sector.
