Un nuevo desastre natural se vivió en al menos tres países que recibieron el embate del potente movimiento telúrico de 7.7 grados de intensidad, que sacudió a Birmania, Tailandia y una parte de China, en la mañana de este viernes 28 de marzo.
La onda del sismo, con epicentro a unos 17 kilómetros de Mandalay, la segunda ciudad más grande de Birmania y situado apenas con una profundidad de 10 kilómetros, destruyó varias poblaciones y, por ahora, habría dejado al menos 44 muertes (4o en Birmania y 4 en Tailandia), aunque las cifras podrían subir en las próximas horas.
En el momento en el que inicia el sismo, el operario estaba en el interior de la máquina, pero el video evidencia que la violencia de los movimientos empieza a hacer que la estructura que construía y la grúa se mecen de un lado a otro haciendo temer lo peor.
Producto del terremoto, la máquina se parte en dos pedazos, lo que hace que la cabina en la que trabaja e hombre se desprendiera de inmediato y esa empezara a caer al vacío, desde una altura de más de 30 pisos.
Lo más aterrador de la imagen es que en un momento, el trabajador sale despedido de la cabina y sin ningún tipo de protección cae al vacío hasta impactar con el asfalto de la calle aledaña a la construcción que resistió la fuerza de la naturaleza.
El terremoto fue seguido de una gran cantidad de réplicas, siendo la más fuerte una de magnitud 6,4 en la misma zona unos minutos después, que también tuvo una profundidad superficial de 10 kilómetros.
César Alvarado, un colombiano nacido en Bucaramanga y residente en Bangkok, detalló lo que vivió en los instantes de terror durante y después del terremoto. En el momento del sismo, el hombre “estaba en un piso 14 de un edificio de 40 pisos”.
“Fue horrible, nunca viví algo así, soy de Bucaramanga y estoy acostumbrado a lidiar con temblores, pero esto fue de un nivel mucho más fuerte. El edificio se movió mucho, tenemos una piscina en el último piso y el agua caía como una cortina”, dijo el colombiano.
Como dato adicional, el connacional comentó que “toda la ciudad colapsó, no hay servicio de transporte y se nota bastante afectación en los edificios”, por lo que sabe que muchas personas y allegados “han tenido que pasar la noche en hoteles”, pues los edificios y casas en los que viven tienen que ser objeto de revisiones estructurales para saber si las pueden seguir habitando o no.