Un intento de ingresar estupefacientes al Centro de Internamiento Preventivo y Atención Especializada (CIP-CAE) Creeme, en el complejo Marceliano Ossa, de Pereira, habría sido el detonante de un violento amotinamiento y fuga masiva de menores y mayores de edad.
Gracias a un informante. Supuestamente, un familiar de un joven mayor de edad que continúa bajo custodia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), intentó ingresar sustancias ilícitas durante la jornada de visitas.
La incautación de los estupefacientes, supuestamente, desató una riña que desembocó en un motín. Según el reporte de las autoridades, los hechos se registraron este viernes (28 de marzo), alrededor de las 10:45 de la mañana.

Según, el director del centro alertó a las autoridades sobre un conflicto, que habría iniciado un joven identificado como Mateo V. con los educadores del centro.
La situación escaló cuando un grupo de 35 internos, que se encontraba fuera de los patios principales en actividades escolares, atacaron a los formadores y al equipo profesional.
Supuestamente, los jóvenes usaron rejillas de desagüe, sillas y otros objetos hasta que lograron romper los candados, sacar colchones y generar un incendio en la entrada principal con ayuda de un cable de impresora.
En medio de la confusión, 20 menores lograron evadirse del centro. Saltaron los enmallados laterales hacia la parte boscosa del sector. Hasta el momento, seis de ellos fueron recuperados, mientras que 12 continúan prófugos.
El informe oficial detalla que los uniformados encargados de la seguridad se encontraban en desventaja numérica, pues mientras intentaban contener la situación en el área del comedor e iglesia, más de 35 internos desbordaron su capacidad de reacción.
¿Qué dijo la Personería?
Claudia Ospina, delegada en Derechos Humanos Penitenciarios, dijo que al llegar a la instalación lo primero que pudieron notas es que hay deficiencias en la infraestructura del establecimiento, las cuales evidencian el por qué hubo una fuga masiva.
Asimismo comentó que este es el segundo incidente que se presenta este año en el mismo establecimiento de reeducación para menores.
“Todas esas observaciones las dejamos por escrito para que en una próxima reunión se pueda hablar de cómo mejorar estos aspectos, debido a que el objetivo es resguardar la seguridad de los menores”, dijo