El doloroso adiós de un joven enlutó a toda la comunidad del barrio Granada de Armenia, capital del Quindío. El pasado sábado 8 de marzo, Andrés Felipe Hernández Márquez, un joven de tan solo 20 años, tomó una terrible decisión.
Lo encontraron sin vida en la habitación que tenía alquilada. A sus compañeros de vivienda les pareció extraño que no había salido en toda la mañana y decidieron acercarse a su cuarto.
Tocaron la puerta en varias ocasiones, pero el joven no contestaba. Preocupados decidieron forzar la puerta y se encontraron con la desgarradora escena.
Tras el hallazgo alertaron de inmediato a las autoridades. Minutos después, unidades de la Policía Nacional arribaron al inmueble y aseguraron la escena para evitar cualquier alteración de evidencia.
El personal judicial del CTI hizo presencia en la vivienda para realizar la inspección técnica del cadáver y su posterior traslado al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Según el informe oficial, no se evidenciaron signos de violencia en el cuerpo, por lo que las autoridades manejan la hipótesis del suicidio.
Sin embargo, tras el levantamiento el cuerpo fue remitido al instituto de Medicina Legal para adelantar las pruebas toxicológicas y entrevistas con familiares y allegados.
Vecinos y amigos de Andrés Felipe lo describieron como una persona muy reservada. Aunque en los últimos meses había mostrado cierto aislamiento, nadie imaginó que estuviera atravesando una situación tan difícil.
