La tragedia le dio la vuelta al mundo. El trágico episodio conmocionó a la opinión pública y con los años se convirtió en un símbolo de la lucha para mejorar las condiciones laborales y en un hito para la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
Aunque la celebración del Día Internacional de la Mujer tiene sus raíces en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague en 1910, la tragedia de la fábrica Triangle marcó un momento decisivo en la historia.
En los años siguientes, sindicatos y organizaciones feministas evocaron el incendio para reivindicar mejores condiciones laborales y la protección de los derechos de las trabajadoras.
En su primera edición, el Día de la Mujer Trabajadora fue celebrado el 19 de marzo de 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con masivas movilizaciones que exigían el derecho al voto, mejores condiciones de trabajo y el fin de la discriminación laboral.
Pero, realmente sería en 1914 cuando el 8 de marzo se consolidaría como la fecha de conmemoración global. La indignación que generó el incendio de la fábrica Triangle marcó una era de cambios en la legislación laboral de Estados Unidos.
Se comenzó a trabajar en leyes más estrictas sobre seguridad en el trabajo, regulaciones en la jornada laboral y derechos sindicales para mujeres y hombres.
El episodio también sirvió como referente para movimientos feministas y obreros a nivel mundial, reforzando la importancia de la lucha por la igualdad de derechos.
En 1977, la Asamblea General de las Naciones Unidas oficializó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, reconociendo su significado histórico y su importancia en la búsqueda de equidad de género.
Hoy, más de un siglo después, la fecha es recordada como el inicio del desafío que persiste en la lucha por la igualdad y un homenaje a las mujeres que, a lo largo de la historia, han luchado por sus derechos.