“Todo es cíclico. Antes grababa discos sin usar samples, luego hice ‘I’m Good’ y estuve cuatro años trabajando solo con samples”, continúa, “y ahora siento que para mi lado más pop quiero volver a la composición, a los instrumentos acústicos con la electrónica, y por eso estoy explorando este estilo Motown, al estilo de Amy Winehouse. Pero también estoy trabajando con Marten Hørger, que es un proyecto con un sonido analógico puro, un ritmo constante de cuatro por cuatro. Lo que más me entusiasma es ser creativo y alejarme de lo que hacen los demás”.

Además de ser cabeza de cartel en las dos costas norteamericanas de LIV, tanto en Las Vegas como en Miami, pasa sus veranos en Ibiza. Vive allí un mes entero, más tiempo en un mismo lugar que en cualquier otra época del año. También es un lugar donde ha disfrutado reconectando con sus inicios musicales, tras visitar DC10 con su hijo DJ de 21 años, que también pincha en la isla bajo un seudónimo. «Vimos a Chris Stussy, su música fue increíble y la reacción del público fue enorme. Me inspiró muchísimo y me recordó a mis comienzos».

Desde su estudio costero en la isla, con vistas al azul celeste del Mediterráneo, admite que este año se arriesgó mucho con su carrera. “Podría haberme quedado en Hï Ibiza. El club es más pequeño, llenábamos el local todas las semanas y las fiestas eran geniales. Pero cuando me ofrecieron algo en [UNRVS], lo vi como un gran riesgo y un desafío que quería asumir”.

Llega Galactic Circus, una utopía de la música electrónica a lo grande y su residencia más ambiciosa hasta la fecha. Todos los viernes, desde mediados de junio hasta principios de octubre, ha dirigido un refugio secreto para “rebeldes y disidentes”, ofreciendo sets de cuatro horas que se extendían hasta altas horas de la madrugada, “repletos de música nueva y mucho más improvisada, desde deep house hasta tech-house, como antes”. En estas sesiones se centra más en el arte de pinchar y seleccionar la música, mientras que admite que su longeva F*ck Me I’m Famous en Ushuaïa es pura fiesta y diversión. “Es muy divertido, no buscamos ser profesionales, buscamos ser increíbles”.

En cuanto al resto del mundo, pueden disfrutar de la experiencia completa en alta definición y a todo color de Guetta en vivo con su espectáculo The Monolith. En él, actúa frente a una imponente estructura LED con visuales vanguardistas inspirados en la ciencia ficción en países como India y Arabia Saudita. El día anterior a la entrevista de Guetta con DJ Mag, se anunciaron dos fechas consecutivas en el Stade de France de París para junio de 2026, y ambas se agotaron la misma mañana. Eso equivale a 160.000 entradas. “Tenía mucho miedo. Una cosa es tocar en festivales, pero vender entradas físicas no es nada fácil. No muchos DJs pueden hacerlo, especialmente esta cantidad”.

Pero Guetta no es como los demás DJs. Al recuperar el primer puesto en la encuesta de este año, el francés se ha convertido en la tercera persona en ganar el título cinco veces, junto a Martin Garrix y Armin van Buuren. «Me siento muy honrado», dice. «Significa mucho para mí porque la mayor satisfacción en mi vida sigue siendo, de verdad, pinchar música nueva para la gente y ver sus reacciones».